Por Gustavo Insaurralde
Lasagna (1995) infiere que el cambio de régimen político explica las modificaciones en política exterior. En el día de ayer Argentina ha pasado por las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para que se dirimieran los candidatos a las elecciones generales de octubre. Las PASO, en términos de Lasagna, resultarían en la primera instancia de un cambio de régimen formal. En este tipo de cambios solo se modifica el liderazgo, facción o partido gobernante, pero no se trastocan los equilibrios, estructuras políticas o reglas pre-establecidas del propio régimen. Es por ello que resultaría interesante preguntarse qué cambios podrían proponer cada uno de los ahora candidatos a presidente en política exterior.
¿Quiénes son los protagonistas? Ateniéndonos a los datos provisorios de la Cámara Nacional Electoral, los tres candidatos con mayor caudal de votos son Daniel Scioli (Frente para la Victoria), Mauricio Macri (Cambiemos) y Sergio Massa (Unidos por Nueva Argentina).
Mauricio Macri y su plataforma política hacen hincapié en la normalización de las relaciones internacionales argentinas y su re-inserción en el mundo. La normalización o re-inserción se relaciona a la idea de mejores vínculos con los países centrales de Occidente, priorizando la relación con Estados Unidos y la Unión Europea. Su plataforma también integra una mejora de las relaciones con el Mercosur, especialmente generando un cúmulo de temas en común para fomentar la cooperación entre los socios y una preponderancia temática en asuntos relacionados a la producción agroindustrial.
Sergio Massa, en cambio, presenta una agenda temática más acotada. Su propuesta está relacionada a la vinculación de temas geoestratégicos como Malvinas y la Antártida, junto con medidas para afianzar la posición internacional argentina en esas áreas.
La propuesta de política exterior de Daniel Scioli está enmarcada en la noción conocida como desarrollismo. Su propuesta admite el agotamiento de la experiencia distribucionista de los períodos kirchneristas, sin dejarse de reconocer como continuador del mismo. El objetivo a largo plazo de este proyecto de política exterior es cambiar el “factor consumo” por uno donde la inversión sea el espacio donde se dirijan los capitales estatales, acompañada por la promoción del capital extranjero. A su vez reconoce cambios sistémicos debido al advenimiento de un mundo no polar (Haas, 2008), en donde en cada tema de agenda exigirá un cúmulo diferente de actores preponderantes, incluyendo tanto actores nacionales como no-nacionales.
En consecuencia, cada candidato tiene un agrupamiento de temas que considera relevante de cara a su próxima administración. Es por ello que resulta importante conocer y debatir sus propuestas para dilucidar, de manera más clara, a qué candidato votar con mayor seguridad.