Por Gustavo Insaurralde
Sobre la base de columnas (ver Paso y Política Exterior y ¿En qué coinciden los candidatos en política exterior?) y análisis de política exterior precedentes (APEA 15, 16 y 18) se ha analizado los proyectos de los diferentes candidatos en temas de política externa, sus propuestas de agenda y sus actividades internacionales. Con esta misma lógica, esta columna se concentra en las políticas de comercio exterior de las dos Buenos Aires (Provincia y Ciudad).
Tussie (2012) denomina estas acciones como “política externa comercial” e incluye a todas las provincias argentinas. Para la autora, entre los indicadores relacionados a esta problemáticas se encuentran la firma de convenios con entidades subnacionales de otros estados, la realización de giras de promoción de sus productos exportables y creación de áreas de relaciones internacionales.
La política de Daniel Scioli como gobernador de la provincia de Buenos Aires estuvo marcada por dos tipos de programas: programas de capacitación y programas de asistencia permanente. En el primero, se realizan actividades para integrar a las pequeñas y medianas empresas en conocimientos básicos en comercio exterior. Por el contrario, la asistencia permanente reúne a los expertos de comercio exterior de empresas consolidadas y las asesora en la mejora de sus procesos de internacionalización. Todas estas estrategias se suman a los incentivos para participar en ferias internacionales.
Por su parte, Mauricio Macri, como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ha llevado a cabo una política focalizada, las llamadas “políticas sectoriales”, generando capacitación, asesoramiento y asistencia a nueve áreas que buscan internacionalizarse: diseño, editorial, moda, educación, farmacéutica, audiovisual, software, videojuegos y música. De esta manera, se incentiva la creación de grupos exportadores y, gracias a este tipo de constituciones, se plantean estrategias encaradas a la búsqueda de nuevos mercados. Las políticas de asistencia comercial están focalizadas en lograr una mayor competitividad de las exportaciones porteñas, no sólo en cantidad.
A la luz de Tussie, ambas iniciativas no presentan grandes diferencias. Las acciones tendientes a internacionalizar los productos son similares, ya que apuestan a un proceso tripartito que incluye la capacitación inicial, la asistencia y consultoría, y la promoción internacional. No obstante, la diferencia radica a las empresas objetivo de cada unidad subnacional: mientras una se vincula con PyMES industriales tradicionales (metalmecánicas sobre todo, según el Censo Económico 2004), la otra intenta promocionar un nuevo grupo de exportadores basados en la innovación y en las industrias creativas.