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Foto del escritorObservatorio de Política Exterior Argentina

Las paradojas de política exterior: el biodiesel

Por Gustavo Insaurralde



El sector agroindustrial argentino se muestra preocupado por las medidas que está analizando la Comisión del Comercio Exterior del Departamento de Comercio de Estados Unidos por presunto dumping de los productores argentinos. Esto representaría una victoria para los productores estadounidenses ya que generaría el bloqueo total del comercio argentino de este producto y la eliminación de un competidor internacional.

La causa por la cual la Comisión de Comercio Exterior está analizando el caso es que los productores estadounidenses arguyen que la principal causa de dumping es la disminución de retenciones a la producción de biodiesel argentino. Esta disminución de los aranceles de exportación, declaran, genera una disminución sustancial de los precios de la producción exportable argentina. Más allá de las modificaciones de precios generadas por los cambios en el sistema impositivo, la producción argentina de biodiesel es sumamente competitiva en la medida que la producción nacional sobrepasa el consumo doméstico, funciona como una eficiente y aceitada economía de escala en el sistema de producción de oleaginosas del Gran Rosario –la mayoría de los productores están asentados en esa zona geográfica- y son producidas por grandes conglomerados industriales encadenados. A su vez, la producción de biodiesel recibió un fuerte impulso desde 2010 gracias al Plan Nacional del Biodiesel, por el cual se debe mezclar un 10% de gasoil con el biodiesel.

Más allá del alcance productivo, el ejemplo de la producción de biodiesel representa una de las paradojas constitutivas de la actual política exterior. Si la aplicación de medidas liberalizadoras del comercio exterior de la actual administración es aplaudida por los diferentes países europeos e incluso de Estados Unidos como una modificación positiva de los parámetros arancelarios del gobierno anterior, la producción de biodiesel, una de las más competitivas de la canasta exportadora, recibió un fuerte impulso como consecuencia de la aplicación de tales medidas. No obstante, la exportación exacerbada de este producto está limitada por medidas pararancelarias y acusaciones de dumping por parte de estos países. Si el análisis lo dirigimos al nivel del alto diálogo político, la desarrollada relación bilateral entre Estados Unidos y la administración Macri parece canalizarse teniendo en cuenta diferentes vías pero la temática agrícola sigue siendo uno de los principales desafíos a la hora de establecer los temas de negociación.

De esta manera, la producción agroindustrial es una de las temáticas excluyentes a la hora de pensar políticas a largo plazo con una fuerte impronta de política exterior. Esta agenda representa una de las grandes herramientas de inserción internacional teniendo en cuenta su competitividad/precio y calidad y una gran oportunidad de incentivar cambios en la canasta exportadora y en la estructura productiva local. A su vez, representa un desafío en la medida que los “socios tradicionales” ven con recelo un complejo agroindustrial pujante que podría perjudicar su propia estructura productiva, especialmente con países como Francia y Estados Unidos, cuya producción agrícola no sólo representa una industria sino también una política de desarrollo social.

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