Argentina, EspaƱa y el principio de Justicia Universal
- Observatorio de PolĆtica Exterior Argentina
- 23 jul 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 24 jul 2019
Por Alejandro Ćlvarez RamĆrez
El Principio de Justicia Universal puede ser definido como el derecho por el que cualquier Estado puede atribuirse la represión de delitos que transgreden bienes jurĆdicos internacionales fuera de sus esferas de interĆ©s, sin importar el lugar ni la nacionalidad de vĆctimas y autores. Sin embargo, la aplicación de este principio tiene ciertas salvedades. EspaƱa, desde la reforma de 2014 de la Ley OrgĆ”nica del Poder Judicial, solo puede actuar cuando haya vĆctimas espaƱolas, los presuntos responsables estĆ©n en el paĆs o exista una conexión relevante con EspaƱa. La Justicia Universal fue prĆ”cticamente derogada debido a la presión internacional que recibió EspaƱa por enjuiciar casos en el TĆbet, Israel, GuantĆ”namo, etcĆ©tera. En cambio en Argentina, las instituciones jurĆdicas y jueces que independientemente investigan flagrantes violaciones de Derechos Humanos, parecen gozar de menores restricciones.
El deber de proteger y la firma de los distintos tratados de Derechos Humanos, entran en muchas ocasiones en conflicto con la legislación interna de los Estados y las repercusiones que, una polĆtica exterior de persecución de crĆmenes cometidos por otros Estados o nacionales de Ć©stos, puede acarrear.
Argentina y España han hecho uso de la aplicación del Principio de Justicia Universal tanto en común como para investigar casos el uno al otro. Ambos formaron parte del famoso arresto de Augusto Pinochet y su intento de enjuiciamiento por delitos de genocidio, torturas, terrorismo internacional y desaparición de personas.
En EspaƱa, el juez Garzón llevó a cabo una investigación sobre los crĆmenes ocurridos durante la dictadura militar Argentina donde hubo vĆctimas espaƱolas. 99 personas fueron procesadas, incluyendo mĆ”ximas autoridades de las Juntas Militares y responsables de hechos acontecidos en Argentina entre 1976 y 1983. AdemĆ”s, con la colaboración del Presidente NĆ©stor Kirchner, EspaƱa reinició causas contra los responsables de aquellos crĆmenes derivando en varias sentencias condenatorias y celebración de juicios e investigaciones. Tanto la Audiencia Nacional como el Tribunal Supremo espaƱol, reconocieron la competencia de EspaƱa para enjuiciar delitos de genocidio, terrorismo y torturas en Argentina.
Al otro lado del AtlĆ”ntico en Argentina, cabe destacar la āquerella argentinaā, impuesta en 2010 en relación a los actos de genocidio y crĆmenes de lesa humanidad perpetrados por la dictadura franquista en EspaƱa. Liderada por la jueza MarĆa Servini, fue presentada por mĆ”s de 100 asociaciones humanitarias y de defensa de los DDHH. Su objeto es probar la impunidad con la que el Estado espaƱol ha tratado ciertos crĆmenes internacionales, asĆ como reparar a las vĆctimas y exhumar a los desaparecidos de la guerra civil. Hay que mencionar que EspaƱa es el paĆs del mundo con mayor nĆŗmero de desaparecidos tras Camboya y Ć©ste caso, es el Ćŗnico en el mundo contra el franquismo. Jueces argentinos se han quejado de las trabas impuestas por el Estado espaƱol y las negativas de extradición a Argentina de ciudadanos espaƱoles.
AdemĆ”s, Argentina ha solicitado información a la Audiencia Nacional espaƱola para investigar crĆmenes del grupo ETA, a lo cual jueces espaƱoles han respondido que Argentina no tiene competencia internacional para ello y que todos los crĆmenes de dich grupo han sido ya investigados por EspaƱa y Francia.
En conclusión, el Principio de Justicia Universal ha tensado relaciones interestatales, se ha aplicado en contextos polĆticos difĆciles y cuenta con cantidad de obstĆ”culos nacionales e internacionales que han generado la burbuja de problemas que lo envuelven. Lamentablemente, las voluntades polĆticas han prevalecido en muchas ocasiones por encima del razonamiento jurĆdico y ha habido mĆ”s intentos fallidos que logrados. En el caso de EspaƱa y Argentina, los enjuiciamientos recĆprocos no han desencadenado hostilidad entre ambos. En la actualidad, desde la llegada de Macri a la Presidencia, sus relaciones se encuentran en pleno apogeo. En cuanto a las tendencias futuras, deberemos de ver cómo el nuevo orden internacional, posible hijo frustrado de la globalización y el liberalismo institucional, reacciona al hecho de que ciertos Estados, persigan flagrantes violaciones de Derechos Humanos a miles de kilómetros de distancia poniendo en cuestión la soberanĆa de otros Estados.