Por Florencia Bonano
Actualmente, los miembros de los BRICS se encuentran ubicados entre las diez economías más grandes del planeta, representan el 42% de la población mundial, así como el 20,4% de la producción y el 17,6% del comercio, según datos del Banco Mundial. Otro dato no menor, es que el PIB agregado de los BRICS es hoy mayor que el de las economías avanzadas cuando se crearon las instituciones de Bretton Woods (Stiglitz, 2014). Es por esto, que el grupo de los emergentes es sin dudas sinónimo de un fuerte liderazgo, capaz de influir en el escenario internacional, aportar en la construcción de una nueva arquitectura financiera mundial y diseñar reglas para la creación de nuevas instituciones globales. Además, en términos de cooperación, los BRICS ya no se limitan sólo a los aspectos económico-comerciales, sino que han demostrado ir un paso más allá, incorporando también el abordaje político y estratégico. Estos países evidencian una alternativa al polo de poder tradicional que antes estaba concentrado sólo en Estados Unidos y la Unión Europa. Asimismo, son sinónimo de que el multilateralismo todavía sigue vigente en un mundo amenazado por el viejo fantasma del unilateralismo.
Durante la “Décima Cumbre de los BRICS” (2018), realizada en Johannesburgo, fue de gran importancia la participación del presidente argentino, Mauricio Macri. Éste último, participó en carácter de presidente “pro-tempore” del G20, en un nuevo intento por seguir reforzando su política exterior con vistas a la inserción internacional. Si analizamos el discurso llevado adelante por parte de la administración argentina durante el encuentro, podemos señalar tres aspectos fundamentales. En primer lugar, Macri comenzó haciendo referencia a la tormenta económica por la cual está atravesando el país y reafirmó convencido que tiene las herramientas para superarla. También, hizo mención al trabajo realizado en la reunión de Ministros de Finanzas del G20, destacando la importancia de establecer políticas de trabajo en conjunto y el compromiso de promover a la infraestructura como una nueva clase de activo. En este sentido, se puede observar la necesidad del presidente argentino de fortalecer su status como líder global en los diferentes foros, empañado por la severa crisis cambiaria que vivió la Argentina en estos últimos meses (Berensztein, 2018).
Por otro lado, un segundo eje importante a lo largo del discurso de Macri, fue la reiterada alusión que hizo respecto a la importancia del multilateralismo. En relación a esto, sostuvo que es momento de fortalecer la gobernanza global mediante principios y soluciones prácticas, que conlleven un compromiso para una adecuada coexistencia global. Además, el presidente argentino, dijo que el multilateralismo no es ni debe ser un ritual de fotos para la prensa, sino que debe funcionar como un seguro contra la discrecionalidad del poder. De ésta manera, ganó el visto bueno de su par asiático Xi Jinping, haciendo referencia indirecta al conflicto comercial entre China y Estados Unidos. También, remarcó la buena predisposición argentina para construir una agenda global, en donde prime el consenso.
En tercer lugar, las últimas palabras del mandatario hicieron referencia a un “Sur Global” con mucho que ofrecer al orden mundial. Dicha visión de Mauricio Macri, resulta interesante ya que refiere a la importancia de América Latina y el Caribe como actor en el escenario internacional, pudiendo ser interpretados a su vez como un llamado para reforzar la integración entre los países de la región, aprovechando no sólo las ventajas comparativas en términos económicos sino que político-estratégicos de la cooperación Sur- Sur.
En conclusión, la participación y el discurso de Macri durante la “Décima Cumbre de los BRICS” denota que uno de los objetivos de política exterior de la administración argentina sigue siendo el de lograr la reinserción de nuestro país a nivel internacional. En base a esto, podemos observar que el único ingreso que Argentina anhela no es solamente el de la OCDE, sino que el esfuerzo también es poder llegar a ser miembro de los BRICS en el futuro. Ésta última idea cobra sentido, producto de la iniciativa propuesta por el presidente chino Xi Jinping para la creación de los “BRICS Plus”, dentro del cual se incluiría a nuestro país junto a México, Turquía y otras regiones africanas que también participaron en Johannesburgo.