Por Oriana Cherini
Las relaciones internacionales han mutado. La concepción clásica de las mismas, entendidas como el accionar del Estado-nación para lograr su interés nacional; o la relación entre potencias en búsqueda de objetivos comunes relacionados a la seguridad, se ha transformado o ampliado. Es interesante observar cómo los cambios en el sistema internacional, generados por el reconocimiento de nuevos actores internacionales o por el surgimiento de nuevos temas de agenda (económicos, ambientales, financieros, etc.), conflictos o amenazas, han llevado a que en las relaciones internacionales en el siglo XXI, tengan un lugar no antes visto, los gobiernos no centrales (GNC). En referencia a esto, Robert O. Keohane y Joseph S. Nye (1973) plantearon el concepto de política mundial donde se proponen el abandono de la concepción de lucha por el poder y la búsqueda de la negociación. Desde esta perspectiva, otras entidades distintas de los Estados ocupan un lugar relevante en la estructura del sistema internacional. Es por esto, que el estudio de la actividad exterior de las entidades políticas subestatales, tales como los estados federados, las comunidades autónomas, las regiones o los municipios, surgen como respuesta a la aproximación conceptual dominante del realismo, donde la cuestión de los actores se limita a una mirada estatocéntrica. Dentro de los GNC, encontramos a las provincias, los municipios, las regiones, etc, todas formas de gobierno subordinadas o ligadas a un gobierno central o nacional, a través de sus regímenes y ordenamientos constitucionales y legales. En las ultimas décadas, debido a la necesidad de los gobiernos no centrales, tanto de acelerar los procesos, como de intervenir en la búsqueda de recursos o de vinculaciones internacionales, se realizaron diversas reformas constitucionales y sanciones de normas que llevaron a que éstos tengan la competencia de generar vínculos internacionales. En el caso argentino, se observa que la conciencia y recepción del fenómeno de la paradiplomacia o actividad internacional de actores no centrales comienza a incrementares con el retorno a la democracia en 1983 y posteriormente con la reforma del Estado en la década de los ´90 con la característica del proceso de descentralización de atribuciones del Estado Nacional a las unidades subnacionales. A nivel normativo, la actividad internacional de los GNC se encuentra plasmada en la reforma constitucional de 1994, en la cual se incorpora el art. 124, donde se amplía el marco de acción y autonomía de las provincias. Entre las actividades internacionales llevadas a cabo por las provincias argentinas en los últimos años, se encuentra la vinculación con organismos internacionales de crédito (OIC) para financiar en parte o en su totalidad, proyectos de infraestructura, educación, salud, etc., fundamentales para el bienestar de sus pueblos. Se pueden mencionar la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Nos interesa, en este caso, focalizarnos en el Fondo Kuwaití para el Desarrollo Económico Árabe (FKDEA). Se trata de una agencia estatal de Kuwait, que surgió en el año 1961 con el objetivo de asistir a países en el desarrollo de sus economías. Entre sus principales actividades se encuentran: préstamos, asistencia técnica y garantías, teniendo como objetivo contribuir en los sectores de agricultura, riego, transporte, comunicaciones, energía, industria y aguas residuales, entre otros. Con la República Argentina, la primera vinculación que hubo con el FKDEA fue un préstamo para un proyecto de transporte denominado "Provincial Road Network Development" del año 1994. Posteriormente, el FKDEA otorgó prestamos para cuatro proyectos de agua y alcantarillado a cuatro provincias: Santa Fe (Reconquista Water Supply-2014); San Juan (Grand Tulum Aqueduct-2015), Buenos Aires (La Plata Water Supply-2018) y Córdoba (Main Aqueduct Plan-2018); por un monto total de 69.933 millones Dinar Kuwaití (1 KD = US$3.29). Asimismo, ha tenido vinculación con la Provincia de Entre Ríos desde el año 2016 hasta la actualidad, dialogando y trabajando la posibilidad de que el Fondo financie la totalidad o parte del Proyecto Cierre Energético Norte de la Provincia. Es importante aclarar que las vinculaciones entre el Fondo y las provincias nacen de la voluntad de las provincias de buscar fondos internacionales para financiar sus proyectos. Asimismo, se trabaja en conjunto con el Estado Nacional, quien es el intermediario y quien autoriza las negociaciones y los compromisos entre el Fondo y las provincias argentinas. En particular, la Subsecretaría de Relaciones Financieras Internacionales dependiente del Ministerio de Hacienda es una de las principales áreas encargadas de dirigir los procesos de endeudamiento entre las provincias y los organismos internacionales de crédito. Por lo tanto, la iniciativa nace de las provincias, y el Estado-nacional guía el proceso. Es decir, que el acercamiento, las negociaciones y los encuentros son impulsados y organizados por los gobiernos provinciales; y autorizados y acompañados por el Estado-nacional. Es por esto, que el rol de las provincias como actores dentro del sistema internacional es cada vez mas presente y activo, y debate con la idea tradicional del estatocentrismo. Esto ayuda a explicar cómo la acción internacional de los gobiernos no centrales facilita la relocalización o, al menos, la distribución de la autoridad donde lo local, lo provincial y lo regional disgregan el poder que ejercía exclusivamente el Estado nación. Asimismo, el fenómeno obliga a una redefinición de sus funciones, entre ellas y en este caso, la búsqueda de fondos y canales de financiamiento para proyectos de envergadura para dichos gobiernos. El rol internacional de los actores no centrales es innegable y cada vez mas relevante. Es un desafío que implica entender y posteriormente normativizar y operacionalizar las formas en las que éstos van a tener cada vez mas capacidad de vincularse con otros actores internacionales y la manera de que esto no implique un problema con el Estado-nación, sino que se convierta en una manera ágil de vincularse, incluyendo la obtención de recursos y optimizar los tiempos.