Agustín Albini
Alberto Fernández asumió la presidencia el 10 de diciembre de 2019 y diseñó una serie de lineamientos de política exterior que consideró pertinentes.
La política exterior, tal como la define Zuccarino, es “una más de las múltiples políticas públicas y, por lo tanto, tiende a satisfacer tanto los intereses del Estado en función del modelo de desarrollo político-económico adoptado, como así también aquellos propios de la clase dirigente que se encuentre en ejercicio del gobierno” (Zuccarino, 2018:44). En tal sentido es que Fernández construyó su agenda de política exterior inicialmente de acuerdo al pragmatismo. Su principal objetivo, la renegociación de la deuda externa argentina, es lo que motivó la elección de su primer destino como mandatario a Israel. Tal hecho representó un gesto hacia Estados Unidos, aliado estratégico del Estado israelita, por la prosecución de su apoyo en la cuestión de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el visto bueno, o al menos la no obstaculización en este proceso de reestructuración. Sin embargo, esta política exterior se desarrollaba en un contexto de fricción y conflicto entre las dos potencias de mayor poderío en la actualidad: Estados Unidos y China. En consecuencia, Fernández procuró no descuidar la relación con China, uno de los principales socios comerciales de Argentina y comprador de materias primas y manufacturas de origen agropecuario de origen argentino. Por otro lado, Fernández decidió orientar una política exterior de impronta latinoamericanista, a priori más que sudamericanista, motivado principalmente por las diferencias con Jair Bolsonaro, mandatario de Brasil. De esta forma, eligió otorgarle prioridad a la vinculación con México, pero sin desconocer la importancia que tiene Brasil para la política exterior y la economía argentina.
Este diseño llevado a cabo por el presidente Alberto Fernández quedó trunco, al menos de forma momentánea, al expandirse la amenaza del Covid-19, coloquialmente conocido como Coronavirus, originado en la ciudad de Wuhan, China, y ante el cual actualmente no hay cura probada y representa una alta amenaza para toda la población, especialmente para personas mayores a 65 años. Frente a tal escenario, la política exterior se ve impactada por las urgencias internas y externas que impone el Coronavirus. En tal sentido, Fernández decidió el cierre de las fronteras para extranjeros en el marco de una cuarentena obligatoria que reduce la circulación de personas a las estrictamente necesarias para la compra y venta en rubros de alimentos, farmacia, ferretería, entre otros, con el objetivo de ralentizar la expansión del virus.
Esta retracción de otros temas claves para la política exterior en favor de las inmediateces de la política interna ligadas a la pandemia, puede tener parangones en otros momentos históricos en los que la política interna pareció imponerse. En particular, luego de la crisis argentina del año 2001 y durante los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner (2002-2007). Sin embargo, es la primera vez en un largo período que es una causa de fuerza mayor la que obliga a este reordenamiento de prioridades. Los efectos del Covid-19 pueden sólo medirse de modo provisional y su alcance recién comienza.
En un contexto de disputa entre Estados Unidos y China por la hegemonía, es de reconocer la oferta de cooperación china, quien ya se comprometió a donar equipos para el combate de la enfermedad (Dinatale, 2020). De todas formas, a riesgo de caer en presunciones inocentes y dados los alcances de esta pandemia, esta situación se sobrellevaría y combatiría de forma más eficaz y veloz si se trabajara de forma conjunta y fortaleciendo el multilateralismo.
Referencias:
Dinatale, M. (2020) “Alberto Fernández se reunió con el embajador chino y hablaron sobre el nuevo medicamento desarrollado contra el virus”, recuperado de https://www.infobae.com/politica/2020/03/18/la-vacuna-contra-el-coronavirus-inversiones-y-una-donacion-la-charla-de-alberto-fernandez-con-el-embajador-de-china/. Consultado el 23/03/2020.
Zuccarino, M. (2018). La política exterior como política pública. Incidencia de las variables internas en la formulación de la política exterior a partir de un estudio de caso: la posición de la Argentina ante el conflicto por el Chaco Boreal entre Paraguay y Bolivia. Studia Politicae. Número 44., 43-74.
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