top of page
Foto del escritorObservatorio de Política Exterior Argentina

Buenos Aires-México D.F. : ¿El nuevo eje latinoamericano?

Por Melina Pasquet


El anuncio de que Argentina y México producirán la vacuna contra la Covid-19 desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca para distribuirla en América Latina (exceptuando Brasil), dio un nuevo impulso a las expectativas de un posible eje latinoamericano de signo progresista, sobre la base de las relaciones entre el presidente argentino, Alberto Fernández (AF), y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Ahora bien, esta construcción narrativa requiere ser contrastada con la realidad efectiva. En este sentido, a partir de un acercamiento más preciso entre puntos de encuentro y desencuentro de ambos, surge una definición más nítida del sentido del relanzamiento de las relaciones argentino-mexicanas con la llegada de los mandatarios al ejercicio del poder, y su posible proyección regional. Donde, a pesar de que los resultados concretos distan de las expectativas, no resulta de importancia menor la gravitación de la relación en el escenario latinoamericano.

Incluso antes de la irrupción de la pandemia de la Covid-19, AF buscó un acercamiento a México para profundizar sus coincidencias en temas bilaterales, regionales y globales; a la vez que la iniciativa encontró cabida en su contraparte mexicana. Más precisamente, Fernández señaló que con México se había mantenido una relación que se fue perdiendo con el correr del tiempo, llegando a ser una relación bastante débil (Télam, 04/11/2019). Pero ésta pasó a constituirse en una pieza estratégica para su diseño de Política Exterior (Aiub Robledo, 10/03/2020; Bonanno, 29/07/2020) en un contexto latinoamericano virado hacia la derecha, donde AMLO se convierte en un socio por una visión alternativa de la región.

La propuesta de acercamiento incluía tanto un plano económico como político, resultando más fructífero el segundo a causa de que en este plano ambos presidentes encuentran un suelo común sobre el cual dialogar. En este sentido: ambos se definen como progresistas, con un discurso crítico del neoliberalismo y en línea con el ideario núcleo del Grupo de Puebla; ambos proponían con su llegada a la Presidencia una relación de mayor autonomía con Estados Unidos; sostienen posturas similares en las actuales situaciones en Venezuela y Bolivia; comparten perspectivas similares en espacios multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC); y finalmente promueven la cooperación internacional, en tanto indispensable para responder de manera efectiva al reto global que plantea la pandemia. Asimismo, otro elemento de importancia no menor lo constituye la impronta de las buenas relaciones, o incluso relaciones de amistad como han señalado en diversas ocasiones, que sostienen a nivel personal los presidentes. Los buenos vínculos trascienden el hecho de haber compartido un único encuentro en persona, en una alianza que logró pasar de declaraciones a hechos concretos en un breve lapso de tiempo.

Es así que, en un corto plazo los presidentes han dibujado un camino de hitos a seguir en la relación, incluyendo, el primer viaje del presidente electo argentino que tuvo como destino México D.F. y rompiendo con una tradición diplomática argentina, tanto como el encuentro entre los ministros de Relaciones Exteriores con miras a profundizar la agenda comercial bilateral. Al mismo tiempo, en cuanto al proceso de renegociación de la deuda soberana se resalta la mediación de AMLO con el director ejecutivo de uno de los principales acreedores de Argentina, Larry Fink y los agradecimientos de AF por el compromiso de AMLO en dicho proceso. Más recientemente, se señala la decisión de dar marcha al proyecto conjunto de la vacuna. El simbolismo de aquello mencionado los consagró como los principales exponentes de la izquierda latinoamericana, con una visión compartida de los asuntos latinoamericanos en una región escindida.

Por otra parte, como se sostenía inicialmente, la relación encuentra sus límites en una serie de puntos, antes que conflictivos, mayormente no coincidentes que recortan el alcance de la relación. Entre ellos: las divergencias entre los sectores de la izquierda que representan, plasmado en posturas diferentes en temáticas como la interrupción legal del embarazo, el feminismo; un abordaje prácticamente opuesto a nivel doméstico de la pandemia de la Covid-19; la escasa integración económica de dos economías sustancialmente distanciadas en espacio, que a la vez apuestan a propuestas de inserción internacional disímiles como del T-MEC y la Alianza del Pacífico frente al Mercosur; y la necesidad de ambos países de sostener buenas relaciones con los Estados Unidos, ya sea a causa de la dependencia comercial o del poder de voto norteamericano en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, el punto imprescindible está dado por las perspectivas de sus Políticas Exteriores: AMLO sostiene lo que Dithurbide (2020:184) denomina una actitud esquiva a ejercer el liderazgo regional frente a las expectativas del progresismo latinoamericano; a la vez que AF, si bien ha manifestado su voluntad por trabajar en pos de la unidad latinoamericana, es posible que la profunda crisis económica doméstica le imponga otra serie de prioridades en su agenda.

De esta manera, es posible concluir que, si bien las relaciones políticas han demostrado un importante avance en la cooperación, en la realidad continental dista de considerarse un nuevo eje latinoamericano. Aún así, es de relevancia mantener la atención sobre las relaciones a futuro entre quienes se perfilan como socios regionales, como también de los contactos en segundas y terceras líneas. Y, además, desde un plano latinoamericano, no perder de vista las oportunidades que la buena dinámica de la relación puede generar para la construcción de consensos fundamentales y facilitar acciones conjuntas en América Latina, por ejemplo, en lo que hace a la lucha contra la actual pandemia, que desconoce fronteras ideológicas (OPEA, Informe Nro. 576).

Referencias

Aiub Robledo, Mariana. Columna Semanal OPEA (2020). México, una elección poco casual. Disponible en: https://www.opeargentina.org/post/m%C3%A9xico-una-elecci%C3%B3n-poco-casual

Bonanno, Florencia. Columna Semanal OPEA (2020). Solidaridad Latinoamericana: el puente que une a México y Argentina. Disponible en: https://www.opeargentina.org/post/solidaridad-latinoamericana-el-puente-que-une-a-m%C3%A9xico-y-argentina

Dithurbide, Guadalupe (2020). AMLO frente a la pandemia ¿una oportunidad perdida para el soft power mexicano? En BUSSO, A. (coord.), Relaciones Internacionales en tiempos de pandemia (178-185). Rosario, Argentina. Centro de Investigaciones en Política y Economía Internacional (CIPEI). Recuperado de: https://rephip.unr.edu.ar/xmlui/bitstream/handle/2133/18304/Busso,%20A.%20-%20CIPEI%20-%20RRII%20en%20tiempos%20de%20pandemia.pdf?sequence=3

OPEA (2020) Informe de Política Exterior Argentina - Nº576. Disponible en: https://www.opeargentina.org/post/opea-576

Télam (04/11/2019), Alberto Fernández se reunió con López Obrador y dijo que recibió un "apoyo categórico". Recuperado de: https://www.telam.com.ar/notas/201911/405579-alberto-fernandez-se-reune-con-el-presidente-mexicano-y-cena-con-empresarios.html

Comments


bottom of page