Por: Soledad Bravo*
En los últimos años se han entramado procesos de integración regional que permitieron el establecimiento de lazos de cooperación entre Argentina y Brasil.
La vinculación entre ambos países ha sido caracterizada por cierta rivalidad y competencia geopolítica y económica, reforzada por la interdependencia existente de exportaciones e importaciones entre dichos estados (Pereyra Doval, 2014). A pesar de esto, la rivalidad estratégica fue superada y los signos de cooperación se forjaron dentro de las mismas esferas que las de conflicto, afirmando que las mismas situaciones que hacen posible la cooperación son las que también generan conflictividad (Corvalán; Martínez, 2016).
Cabe destacar que, “la Cooperación Internacional es la relación que se establece entre dos o más países, organismos u organizaciones de la sociedad civil, con el objetivo de alcanzar metas de desarrollo consensuadas”[1]. Desde sus inicios, a partir de la firma de la Carta de San Francisco y de la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el sistema de Cooperación Internacional estuvo pensado para funcionar de Estado a Estado, adaptándose al surgimiento de nuevos actores en la escena de las relaciones internacionales y asumiendo una serie de compromisos, tales como: apropiación, alineación, armonización, gestión orientada a resultados y mutua accountability. Para su cumplimiento, se tienen que considerar el alcance de dichos compromisos, los cuales se pueden observar en políticas y estrategias de desarrollo, en la promoción de la utilidad de las propias instituciones y sistemas nacionales, en el trabajo en conjunto para reducir el número de análisis de diagnóstico, en la promoción de la complementariedad para una labor más eficaz y, en la evaluación conjunta de los objetivos acordados.
Considerando lo expuesto, se pueden mencionar una serie de hechos relevantes en cuanto a la relación bilateral entre Argentina y Brasil, que permiten evidenciar en la actualidad los compromisos y alcances mencionados anteriormente.
Como ya es habitual en este contexto de pandemia -a través de una videoconferencia- el presidente argentino, Alberto Fernández, anunció el proyecto de inversiones de la empresa brasileña Santana Textil en la planta ubicada en la provincia de Chaco (OPEA, Informe Nro. 581). Posteriormente, en otra reunión, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería Argentina, Jorge Neme, presentó un plan de promoción comercial para el bienio 2020-2022, el cual incluye una serie de medidas para limitar la demanda de dólares y misiones para aumentar la oferta exportable, según indicaciones realizadas a través de un trabajo de inteligencia elaborado en conjunto entre la Cancillería y la Embajada argentina y la red de consulados en Brasil (OPEA, Informe Nro. 583).
En otro encuentro virtual en el que asistieron varios funcionarios argentinos, el brigadier Ary Rodrigues Bertolino, candidato impulsado por Brasil para ocupar la Secretaría General de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) destacó el valor de la relación estratégica entre ambos países, detalló la importancia que tiene Brasil como principal socio comercial de Argentina y resaltó que ambas naciones funcionan como el motor del Mercosur (OPEA, Informe Nro. 590). Además, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, identificó 67 iniciativas de promoción y más de 200 acciones para aumentar la integración comercial entre ambos países (OPEA, Informe Nro. 582).
Los hechos mencionados dan cuenta de que la relación bilateral se encuentra enfocada mayormente en cuestiones comerciales, producto del importante trabajo realizado por diplomáticos y asesores, en ambos países. Dicha relación bilateral tiene su fecha de conmemoración, es decir que, el día de la Amistad entre Brasil y Argentina se celebra el día 30 de noviembre. En este marco de celebración del 35 aniversario de Amistad entre ambos estados, se recuerda el encuentro de los exmandatarios Raúl Alfonsín y José Sarney en Foz de Iguazú. A través de un acto virtual en el que, según afirmó el presidente argentino “por primera vez empezó a pensarse en la integración del continente”. En dicho encuentro se remarcó la necesidad del trabajo en conjunto y de potenciar los puntos de acuerdo. Resaltando la importancia de continuar fortaleciendo el vínculo bilateral a pesar de los desacuerdos o inconvenientes que puedan existir entre ambos países (OPEA, Informe Nro. 590), poniendo de manifiesto la vigencia de los compromisos establecidos hace 75 años, su interesante alcance y el valor de pensar estrategias que permitan establecer el bien común entre ambos países.
*Becaria de la Organización de los Estados Americanos - Doctoranda en Ciencia Política, Universidade Federal de Pernambuco.
Referencias
CORVALÁN, F.; MARTÍNEZ V. (2016). Las Relaciones Bilaterales entre Argentina y Brasil (1983-2014): estrategias en el nuevo esquema global. En XIII Seminario Argentino Chileno, VI Seminario Cono Sur De Ciencias Sociales.
OPEA (2020). Informe de Política Exterior Argentina -N° 581. Disponible en: https://www.opeargentina.org/post/opea-581
OPEA (2020). Informe de Política Exterior Argentina -N° 582. Disponible en: https://www.opeargentina.org/post/opea-582
OPEA (2020). Informe de Política Exterior Argentina -N° 583. Disponible en: https://www.opeargentina.org/post/opea-583
OPEA (2020). Informe de Política Exterior Argentina -N° 590. Disponible en: https://www.opeargentina.org/post/opea-590
PEREYRA DOVAL, G. (2014). Relaciones Argentina-Brasil: cooperación con algunas discordias. En: Conjuntura Global, Vol. 3. Pp. 80-88.
Tiempo Argentino (30 de noviembre de 2020). Alberto y Bolsonaro tuvieron su primera reunión virtual y compartieron un acto. Recuperado de: https://www.tiempoar.com.ar/nota/alberto-y-bolsonaro-tuvieron-su-primera-reunion-virtual-y-compartieron-un-acto
[1] Información extraída del sitio Web Salud Capital, “Manual de Cooperación Internacional-2014”, en línea en http://www.saludcapital.gov.co/, consultado el día 07/12/2020.
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