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Relaciones bilaterales argentino-rusas: el rol de los gobiernos locales y las Casas de Rusia en...

"Relaciones bilaterales argentino-rusas: el rol de los gobiernos locales y las Casas de Rusia en Argentina"


Por Oriana Cherini


Para analizar las relaciones bilaterales argentino-rusas, es necesario remontarse a la época de los zares y especialmente a 1885, año en que nacen las mismas. Posteriormente, debido a la revolución de octubre de 1917, las relaciones se interrumpieron hasta 1946, cuando inicia la vinculación bilateral con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

La URSS nació en 1922 a través de un acuerdo diplomático entre Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia, al cual posteriormente se incorporarían otros países. Con el paso de los años, la URSS se convertiría en una de las potencias claves en el proceso conocido como “guerra fría”, en contraposición a los Estados Unidos de América. Sin embargo, con el paso de los años y como consecuencia de la implosión de la URSS, nació en 1991 la Federación de Rusia, la cual se convirtió jurídicamente en la continuadora de la Unión, asumiendo el déficit presupuestario, negociando ayuda con las organizaciones económicas internacionales y atribuyéndose la protección de las antiguas fronteras de la URSS (De la Guardia, en Pereira,2009).


Las relaciones bilaterales centralizadas, es decir, entre los gobiernos centrales de Rusia y Argentina se han caracterizado por los siguientes ejes temáticos: económico-comercial, científico, cultural, militar, turístico y ambiental. Asimismo, como resultado de la labor diplomática, en el año 2015 se firmó una Declaración Conjunta para el Establecimiento de la Asociación Estratégica Integral Ruso-Argentino. Dicha declaración posee como principales ejes: apoyo al multilateralismo; cumplimiento al tratado de Tlatelolco; el derecho a la reestructuración de la deuda soberana; y cooperación en material de energía, minería, metalurgia, farmacéutica, tecnología medica, agricultura, software, etc. Además, como plantea el Consejo Empresario Argentino-Ruso (CEAR), los aspectos mas relevantes de las relaciones bilaterales de los últimos veinte años han sido: “(…) a) la fluida vinculación política con un adecuado sistema de consultas, intercambio de información a través de sus respectivas Representaciones Diplomáticas y de visitas de altas autoridades; b) la existencia de un marco institucional adecuado, que abarca distintos aspectos de las relaciones bilaterales; c) la estrecha vinculación económica con oportunidades de expansión para las exportaciones argentinas y un potencial muy fuerte para el incremento del comercio entre ambos países; d) la cooperación cultural, manifestada en exposición de iconos y arte ruso; y e) la cooperación tecnológica”[1].


Sin embargo, es importante reconocer que, como parte de la vinculación bilateral, existen actores no tradicionales que han fomentado la misma. Entre ellos, los gobiernos no centrales argentinos y las Casas de Rusia en Argentina poseen un rol fundamental. Las Casas de Rusia dependen del Rossotrudnichestvo, la Agencia Federal para los Asuntos de Colaboración con la Comunidad de Estados Independientes, Compatriotas en el Extranjero y Cooperación Humanitaria Internacional, la cual tiene como objetivo colaborar con ciudadanos rusos en el mundo y fomentar la cooperación internacional. En la Argentina las Casas de Rusia oficiales son la de Buenos Aires, la de Entre Ríos y la de Mar del Plata. Dichas instituciones fomentan el acercamiento de la cultura e idioma ruso en el territorio nacional argentino y la cooperación bilateral. Los gobiernos locales de Santa Fe, Misiones, Entre Ríos, Buenos Aires y Tierra del Fuego, por mencionar algunos, han generado acciones y vínculos de cooperación con la Federación de Rusia a través de las Casas de Rusia.


Por lo tanto, la cooperación técnica y educativa entre los gobiernos ha sido resultado no solo de la labor nacional de los cuerpos diplomáticos sino también de los gobiernos locales en conjunto con las Casas de Rusia y Rossotrudnichestvo. Estos actores, junto con el accionar paradiplomático de los gobiernos locales argentinos, han generado, no solo becas e intercambios de formación de nivel secundario y universitario, sino conciertos internacionales, exposiciones de obras de arte, dictado de cursos internacionales, generación de vincules institucionales de instituciones educativas, etc.


Asimismo, es importante remarcar que el rol de la Política Exterior Argentina para con la Federación de Rusia a nivel nacional ha sufrido un cambio desde el gobierno de Mauricio Macri, ya que el fortalecimiento que recibieron las relaciones bilaterales en el gobierno de los Kirchner ha sido debilitado por un cambio de eje en la PEA del gobierno de Cambiemos. Esto se ve reflejado no solo en la disminución de acuerdos entre Argentina y Rusia en ese periodo, sino también la reorientación de la PEA hacia Estados Unidos y la Unión Europea. Aunque dicho cambio no fue tan brusco en la práctica como lo se planteó en lo discursivo, el enfriamiento entre ambos gobiernos solo tuvo un pequeño acercamiento con la desaparición del Ara San Juan (y el consecuente ofrecimiento del gobierno ruso de enviar buques y equipamiento).


Es por esta razón, que el rol de los gobiernos no centrales en conjunto con las Casas de Rusia ha sido relevante para continuar fomentando las relaciones de cooperación bilateral entre ambos gobiernos. Esto mismo plantea un panorama beneficioso para la población argentina, ya que, a pesar de los cambios de política exterior, se pueden continuar generando actividades de cooperación descentralizada fomentadas por los actores no centrales. Nuevamente, se observa cómo en el sistema internacional del siglo XXI, los nuevos actores del sistema internacional se reconocen claramente y generan posibilidades para los ciudadanos globales de nuestro mundo (Colacrai, 2013).


Notas:

[1] Página del Consejo Empresario Argentino-Ruso (CEAR), disponible en: http://www.cear.org/es.


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